Rolanda Hooch

por **Rolanda Hooch** Mar Dic 08, 2009 11:16 am

Nombre: Rolanda Hooch

Edad: 16

Casa: Ravenclaw

Curso: 6º

Familia:
Harold Hooch ~ Padre
Melanie Hooch ~ Madre
Christopher & Jannet Hooch ~ Hermanos menores, mellizos.

Aspecto Físico: Se puede decir que Rolanda no es poca cosa. Su cuerpo, esbelto y con curvas, suaves y que hay que ver de cerca para apreciar cada movimiento leve de estas; sensuales, provocativas... francesas. Su cuerpo no desentona entre los demás, simplemente no puede apreciarse del todo, pues está algo delgada, cosa de la que llega a enorgullecerse, pues hace unos años, llegó incluso a tener cintura de avispa. Pero eso es agua pasada, agua que ya nadie quiere tomar. Mide 1'64m, estatura de la que pasa olímpicamente. Según ella es una chica, y no importa sus medidas, si no sus metas sin estas. Tiene un caminar suave pese a su simplicidad y su torpeza incluídos. Su rostro es algo ovalado, acabado en un mentón ligera y apenas pronunciado, que le da un toque elegante y a la vez sencillo. Pese a ser una parte del cuerpo que sufre movimientos, pero no tantos como las demás partes de su anatomía, ella ladea mucho el rostro ante la confusión, la posible y terrible confusión. Sus ojos son de un color castaño, un color profundo. Son unos ojos grandes, expresivos, algo achinados, tal vez. Una naricilla pequeña, con un puente fino y poco prominente, chata y sencilla nariz. Va bajando, desciende sin molestar a su visión, pequeña aún. Cuando acaba en la punta, es pequeñita, algo afilada, graciosa e infantil, bonita. Sus labios son rosados, rellenos y bonitos, siempre ocupados haciendo sonreír a Ember, suaves y sensibles. Sus mejillas se sonrojan con mucha facilidad.

Aspecto Psicológico: Tiene un pequeño defecto; la impaciéncia. Sí, aunque sea muy tranquila, sabe controlar ese defecto, pero no consigue hacerlo a menudo. La impaciéncia es algo que no le gusta para nada. No soporta esperar, le gusta todo a su tiempo, y eso es una manía muy mala que ella tiene. Es muy, muy, muy curiosa. No puede evitar preguntar todo lo que siente que es importante, vital o necesário para ella. Sabe que es un comportamiento bastante infantil, pero le gusta aprender, y es algo que necesita para ello. Muy pero que muy dulce con sus cercanos, tierna, es una niña aún. En Hogwarts, en la casa Ravenclaw, en la que ella está actualmente, eso no es un problema, si no una cualidad. Es amable, siempre que puede está ayudando a alguien, si se ve capacitada para ello. Es algo torpe, pero eso la hace adorable. Simpática, dulce y cariñosa con los que quiere y respeta, siempre que estos lo merezcan. Una chica lista, es muy inteligente y astuta, por algo está en Ravenclaw. Adora aprender, así como conocer gente nueva, pues es reservada, pero le encanta encontrar a sus semejantes. Simple, elegante con tanta simpleza al final, siempre. Algo despistada, a menudo se pierde por su mundo y demás. Es cuidadosa con sus cosas, siempre al margen de los problemas, le gusta ser una buena chica, y siente que no puede cambiar a estas alturas. Su elegáncia se basa en la simpleza, en el cuidado que mencionaba antes, en todo entremezclado. Así consigue esa elegáncia natural, no haciendo nada. Es muy sensible, una chica de lágrima fácil. No puede ver como lastiman a alguien que le importa, eso supone un gran error por parte del que agrede a su ser querido, pues Rollie no se corta a la hora de decir cuatro palabras, por muy sinceras que sean. Ah, y es tan sincera... siempre consigue acabar siendo adorable tras decir la verdad más dolorosa al que la escuche. No se corta, aunque también puede ser tímida. Es virgo, por lo que es una chica bastante natural. Su principal pasión, el Quidditch. Se le da de maravilla, y espera ser una gran jugadora al salir de Hogwarts.

Historia Familiar: Nació en Lyon, Francia, un 24 de Agosto. Sus padres son ingleses, pero habían decidido emigrar a Francia por cuestiones de trabajo. Esa tarde llovía, y según su teoría, por eso le encantan las tardes lluviosas. Sólo con nacer la pequeña ya demostraba una pasión indomable sobre la magia, viendo a su família utilizarla en el día a día. Todo esto igual por el Quidditch, deporte que practíca desde los 3 años. Siempre fue muy dulce y aplicada, con una sonrisa para quien la necesitase. Cuando cumplió los once años, y recibió la carta para entrar a Hogwarts, no cabía en sí de gozo. Aunque fue extraño, la pequeña era francesa, debería haber recibido la carta para Beauxbatons. Pero como recibió esa, sus padres, encantados de que ella viajase, la dejaron marchar, sonriendole al futuro.
Entró a la escuela unos meses después, ingresando en la noble e inteligente casa de Ravenclaw, un orgullo para su padre, que lo fue. Su madre fue una Gryffindor bastante popular e humilde a la vez. Con el tiempo, se dieron cuenta del prodígio de niña que tenían, que era la primera en clase, que se portaba de maravilla, que tenía amigos, que seguía siendo dulce, y que además fue prefecta. Con el paso del tiempo, la niña pasó a ser una chica adolescente que apreciaba todos los logros que conseguía, con una madurez increíble. Ahora está en su sexto año, en Ravenclaw, sigue igual de estudiosa, de despistada, de dulce, de curiosa que siempre, pero ahora, espera cambios. Cambios que ni siquiera ella puede evitar.

por **Albus Dumbledore** Mar Dic 08, 2009 12:16 pm

FICHA ACEPTADA
CIERRO TEMA

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